sábado, 7 de mayo de 2011

Deltebre 2011. Y van 4 años seguidos...



El fin de semana pasado tuvimos a bien dar cumplida visita a nuestra ya tradicional visita al Delta del Ebro de San Jorge, este año aplazada al 1 de Mayo por cuestiones logísticas (San Jorge quedaba dentro de Semana Santa y había que aprovechar estos 4 días). El evento fue especial por dos motivos bien diferenciados pero relacionados entre si; era la primera vez que íbamos con la AXIOM al delta y además también era la primera vez que iban a coincidir en el tiempo y en el espacio ésta y nuestra anterior autocaravana, para solaz de ambas familias y acto de hermanamiento posterior

Inicialmente la cosa pintaba mal; previstas lluvias y mal tiempo y dudas sobre la conveniencia de emprender marcha. Finalmente marchamos con la sana intención de hacer noche del viernes a sábado en el área de Tortosa. Un área muy correcta, hay que decirlo todo, y gratis de momento. Al día siguiente ya marchamos al delta, tomamos posición de nuestro lugar favorito… y a no hacer nada, que es de lo que se trataba. Iker disfrutó como todas las veces que va (van 3 y tiene dos años y pico) pero esta vez de una manera especial al ser mas autónomo y consciente de las cosas. El mar, la arena, las sensaciones, todo le resultaba fascinante y placentero. Jamás lo vimos reír tanto con tan poco.

Y de repente vimos aparecer en el horizonte una silueta familiar. Esa capuchina, ese traqueteo juguetón pero firme, esas formas compactas, esos colores juveniles… esa que fue nuestra autocaravana por 4 años y que tanto nos dió y tanto sigue dando a sus nuevos dueños. Y ya estábamos todos, dispuestos a seguir haciendo nada con lo difícil que es.

Han sido días plácidos, sobre todo el pica-pica del domingo (que paz, oye). Solo nosotros, el mar, la playa y sin los habituales habitantes de este tipo de ecosistemas (vendedores ambulantes, pedalos, niño con pelota de playa, sol asfixiante, capullos con las palas y gente por todas partes). Vamos; nuestro concepto de un finde de playa. Aprovechamos para celebrar conjuntamente el día de la Madre (madre solo hay una… ya sabéis) y el domingo tarde marchamos todos nuevamente al área de Tortosa. Ellos para vaciar y replegar y nosotros para hacer noche y a la mañana siguiente ir a Tarragona a celebrar el día de la Suegra, que para ser suegra hay que ser madre y también había que aprovechar (para nosotros el día 2 era festivo movido). En esta área ocurrió lo que llamaremos de ahora en adelante “el evento cañardo”, al cual dedicaremos todo un dossier explicativo. Paciencia.

Asi que el día 2 lo pasamos en Tarragona homenajeando a la Suegra y dándole el gusto de ver a su nieto, al cual ve poco, la verdad.

¿Incidencias? Aparte del “evento cañardo”  y "el hombre hucha" nada a destacar. Este año Iker por fin salio ileso pues los dos años anteriores se había llevado algún chichón o rasponada que otra. Lo conseguimos por fin. A destacar que en la guardería han debido de pensar que debemos ser los papas guais que viajan y nos encasquetaron por segunda semana consecutiva a “la ardilla pilla”, moñaco mascota. Debe de ser que les mola ver por donde nos movemos o que los demás no hacen nada de nada.  Y encima aun se fueron madre e hijo al circo que teniamos montado al lado del área, con foto con el cachorrito de tigre incluida... si no fuera porque al dia siguiente no encontramos quien nos facilitara (previo pago) la foto en todo el puñetero circo y estuvimos dos horas dándo vueltas y mas vueltas para intentarlo sin exito (lastima; hubiera sido un colofón perfecto).

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